Centros de Tecnología

“Estoy aprendiendo muchas cosas nuevas que antes no fueron accesibles para mí. ¡Ya tengo acceso a un nuevo mundo!”

– Brenda, estudiante de primero básico en Instituto El Aguacate

Centros

Estudiantes

%

95% de los estudiantes utilizan las destrezas adquiridas para continuar sus estudios o para adquirir un empleo mejor remunerado.

%

El 97% de los graduados dicen que el programa les fue útil al prepararlos para lo que ahora ellos realizan. 

La demanda por la competencia tecnológica

Mientras que para ingresar a un trabajo se requiere de aproximadamente un nivel del 60% de manejo  de una computadora, los jóvenes en comunidades rurales carecen de acceso a esta tecnología. En algunas comunidades, el 100% de los estudiantes precisaban de la oportunidad de aprender a usar una computadora, hasta que se implementó nuestro programa.

 

Sin las habilidades técnicas, ellos tendrán que afrontar el desempleo y dificultades económicas. Mientras esta brecha digital crece, también crece la desigualdad en los ingresos, la inequidad y la pobreza. Establecer centros de tecnología educativa en institutos de nivel de educación media ubicados en comunidades rurales, crea oportunidades para que los jóvenes adquieran las habilidades que necesitan para encontrar empleos mejor remunerados, y que mejoren su nivel de vida de forma permanente.

Cómo funciona el programa

Los centros de tecnología educativa de COED, están localizados en el altiplano, el área central y en las Verapaces. Permiten que los jóvenes tengan acceso a tecnología de punta.

La comunidad se une con COED para renovar o preparar un salón seguro, cableado, ventilado, con libre paso del aire e iluminación adecuada, para que sea un centro operativo de tecnología.

COED compra todo el equipo en Guatemala (para apoyar a la economía local), y luego lo instala cuando las renovaciones están terminadas y el salón está listo. Un centro de tecnología normalmente tiene capacidad para albergar de 12 a 30 computadoras, o 27 a 42 portátiles de modelo reciente.

El curriculo

Los estudiantes reciben por lo menos 60 minutos de computación, de forma práctica, a la semana. Aprenden a manejar diversos programas como Microsoft Windows, Word, Excel y PowerPoint, además tienen la posibilidad de explorar el mundo por medio de RACHEL, un servidor portátil que almacena una gran cantidad de recursos educativos.

Todos los centros de tecnología educativa utilizan un currículo estándar que ya ha sido aprobado y desarrollado por COED en conjunto con Educational Technology Consulting. Esta es una empresa líder, internacionalmente reconocida, en entrenamiento en el uso de tecnología. El curso consiste en 100 lecciones distribuidas en los tres años que cursan el ciclo básico. Al final de cada módulo, los estudiantes toman una evaluación para medir su progreso.

La sostenibilidad

El fondo revolvente

Los estudiantes  aportan una módica contribución (entre Q10 a Q32 al mes) para utilizar las computadoras. Estas contribuciones  se reúnen en un fondo revolvente; este fondo cubre los costos de operación (mantenimiento, supervisión, etc), y también cubre la generación de ahorros para poder renovar el equipo cuando llegue al final de su vida útil. COED adecúa a el fondo revolvente a las necesidades únicas de cada comunidad.

La participación de la comunidad

Ya que las familias se comprometen a  aportar esta contribución, significa que tienen un interés personal en que el programa sea exitoso. Desde que el programa inició en el 2001, 33 centros de tecnología educativa han reemplazado su equipo al menos una vez, utilizando el fondo revolvente.

Cuando los centros de tecnología educativa están instalados y en buen funcionamiento, son administrados por cada uno de los Institutos de Ciclo Básico, a los cuales COED continúa dando orientación y apoyo. COED también capacita a los maestros de la comunidad acerca de cómo instruir a los estudiantes, así como a administrar, utilizar y mantener en buen estado el equipo tecnológico. Los maestros muestran sus conocimientos y habilidades en computación al tener que aprobar el examen IC3 (Internet and Computing Core Certificación), o para medir las habilidades en computación. De esta manera la responsabilidad, el conocimiento y la destreza que se requieren para manejar los diferentes centros recaen sobre la comunidad.